miércoles, 2 de enero de 2008

agua


Cae lenta e inexorable,
lágrimas de vino dulce.

Vuelve preguntando por ti
redibujando el paisaje de tus pensamientos,
de mis sentimientos,
de los silencios del papel
en que te escribes,
en el que te hablo.

Vuelve arrastrando los deseos,
empapando la tarde hasta adormecerla...
en la noche
para recitarte mis poemas
mientras descansas
y te abandonas.

Vuelve para que vuelvas
a posarte en la rama más alta
del árbol más apartado
desde el que me observas,
en el que te miras
mientras te espero.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegó el agua,
rompiendo el silencio de la tarde. Me encontró.. a la espera.
No defraudó, vino cuando tú la llamaste.

Anónimo dijo...

la verdad juan es que tio lo haces mu guay esto de escribir. Me gustan cada vez mas.

Paris dijo...

El agua un tacto permanente de mis sentidos, los deseos no abandonados, pues es templanza en el rellano de cada mañana.

saludos